Introducción y bibliografía


Este es un blog realizado por Paula Casella, Magalí González Soto y Karina Rofman de quinto tercera del Instituto Libre de Segunda Enseñanza.


Introducción

Como primera instancia buscamos mostrar las principales características del gobierno de Perón y los factores que influyeron en su ascenso al poder.
Mostraremos además la relación de Perón con las principales Instituciones del país, la influencia que tuvo en la población, los cambios que realizó en el gobierno, etc.
Nos parece importante resaltar además por qué decimos que el gobierno comenzó en 1943. En verdad, Juan Domingo Perón ganó las elecciones en 1946, pero en los tres años anteriores, Perón realizó medidas importantes y fue juntando apoyo y poder de las masas. Se hizo conocer entre el Gobierno y el pueblo. Todos estos factores contribuyeron a que ganara las elecciones en 1946. Aunque no ganó por una cantidad abrumadora de votos y su populismo no estaba completamente plasmado, en los años siguientes se convirtió en una figura influyente y popular en la República Argentina y por esa razón fue reelecto

Bibliografía





Características del régimen de 1943 y el ascenso de Perón al poder


El 4 de junio de 1943 un régimen de carácter militar se instaló en la Argentina. La revolución del 4 de junio se caracterizó por la pluralidad de tendencias existentes en el grupo revolucionario, aunque sin embargo, coincidían en la convicción de que el orden constitucional estaba agotado.  El nuevo gobierno se constituyó mayoritariamente por militares. En este golpe los militares estuvieron en el centro del debate y comienzan a intervenir en la política, controlados por el GOU (grupo de trabajadores unidos). Perón era el miembro más influyente.
Los miembros del gobierno coincidieron en la necesidad de acallar la agitación política y la protesta social: proscribieron a los comunistas, persiguieron a los sindicatos, intervinieron la CGT, intervinieron los partidos políticos, las universidades. Además, establecieron la enseñanza religiosa obligatoria en las escuelas públicas.
Sin embargo el gobierno mantuvo la neutralidad con respecto a la guerra. Se los identificó con el nazismo y eso influyó negativamente en su relación con los Estados Unidos, al no apoyarlos en la guerra.
Este tipo de medidas le dieron al régimen un carácter autoritario, antiliberal y mesiánico, obsesionado por la fundación de un orden social nuevo y por evitar el caos del comunismo, que cada vez amenazaba más con instalarse en la Argentina.

En el ascenso de Perón influyeron dos situaciones: primero el propio desgaste del gobierno militar y en segundo lugar, los propios méritos de Perón desde sus funciones al frente de la DNT.  El gobierno militar tenía problemas externos ya que los Estados Unidos no perdonaban su neutralidad durante la guerra y también tenía problemas internos, ya que los oficiales antinorteamericanos no le perdonaron a Ramirez romper relaciones con el Eje. Cuando Farrell llega a la presidencia el poder del gobierno militar estaba muy disminuido. En este entorno no le fue difícil a Perón pasar de ministro a Presidente, y convertirse en el alma verdadera del gobierno. Perón supo ganarse al movimiento obrero, pero fue mucho más allá de eso. Supo construir un discurso políticamente amplio que le permitió ganar aliados en distintos sectores de la sociedad. Era un militar, por lo cual contaba con su apoyo, enfrentaba el comunismo, por lo cual contaba con el apoyo de los empresarios y la Iglesia y empezaba a tener el apoyo de las masas populares. Solo le faltaba generar una propuesta política para ganar las próximas elecciones.



Perón y el movimiento obrero


La relación de Perón con el movimiento obrero comienza cuando tuvo a su cargo a la DNT, que luego pasó a ser la Secretaría de Trabajo. Desde ese puesto convocó a los dirigentes sindicales, con excepción de los comunistas, y los impulsó a organizarse. Desde ese puesto colaboró para satisfacer sus demandas salariales, extender las jubilaciones, otorgar vacaciones pagas y proteger a los obreros ante accidentes de trabajo, también sancionó el Estatuto del Peón que mejoraba las condiciones del trabajador rural.
Los dirigentes sindicales primero desconfiaron de este acercamiento ya que desconfiaban del carácter no democrático del gobierno militar. De hecho, muchos sindicalistas no adhirieron a esta convocatoria de Perón, sobre todo los comunistas y socialistas. Pero lentamente, y al ver que las promesas se hacían realidad, los sindicalistas aceptaron la invitación del gobierno, aunque siguieron exigiendo un retorno a la democracia.
Las agrupaciones patronales fueron distanciándose de Perón, mientras que este acentuaba su identificación con los obreros, subrayaba su prédica anticapitalista y desarrollaba ampliamente en su discurso los motivos de la justicia social.
De alguna manera, Perón tenía un discurso que buscaba alimentar en cada movimiento político un miedo diferente.  Rouquié lo llamó el bombero piromaníaco: a los militares los amenazaba con el caos de la posguerra, y a los empresarios con el peligro del comunismo. Era como si Perón amenazara constantemente con un estallido para luego traer una solución, apagar ese incendio que el mismo había provocado.


En el siguiente video, en la primera actuación que aparece, se ve la capacidad de Perón de controlar y su fluída oratoria. Se ve como amenaza, por ejemplo, de que los comunistas tomarán decisiones de Estado.



La Unión Democrática


El gobierno militar de Farrel en 1945 estaba en franca retirada. Los partidos opositores vieron la oportunidad de unirse para exigir el retorno a la democracia, así se forma la Unión Democrática. Socialistas, comunistas y demoprogresistas y fundamentalmente radicales expresaron su repudio a los militares. Convocaron una multitudinaria marcha en septiembre del 45 para sellar su unión. Sus intereses eran volver a la democracia, excluir a los militares del gobierno y adherir a los principios de los Aliados.
En las elecciones del 24 de febrero de 1946 llevó como fórmula presidencial la integrada por los radicales José P. Tamborini y Enrique Mosca. La Unión Democrática que compitió con la fórmula Juan D. Perón-Hortensio Quijano, adoptó una postura estrictamente antiperonista y se disolvió luego de ser derrotada.

Jornada del 17 de octubre


Perón había demostrado desde un primer momento su preocupación por el naciente movimiento obrero. La retribución a esta preocupación no tardaría en llegar. El 17 de octubre de 1945 una multitud se reunió en la Plaza de Mayo para exigir la liberación del Coronel y la restitución a su cargo. Es la primera vez que un sector social tan olvidado se convierte en actor principal de la política. Es el comienzo del verdadero poder de Perón: el apoyo popular. Esta fecha fue decisiva, ya que fue la demostración del poder obrero y de su futura influencia en la política nacional. 






También nos pareció interesante la siguiente imagen: representar la importancia de la clase obrera en el gobierno de Perón



Inmigrantes internos, movimiento obrero e industrialización


La industrialización en la Argentina se vio favorecida por la Segunda Guerra Mundial, ya fuera por la necesidad de exportar a países limítrofes o para sustituir importaciones de países ahora en guerra. Este proceso de industrialización tuvo sus consecuencias. Una de las más importantes fue la caída de la producción agrícola y el éxodo de las poblaciones rurales a las grandes ciudades donde se concentraba la creciente actividad industrial. Estas masas vivían y trabajaban en condiciones precarias y gran parte de sus necesidades estaban insatisfechas. Estos reclamos fueron canalizados a través del movimiento obrero, y más tarde, a través del justicialismo. 

Partido laborista


Perón es el primero en comprender la creciente importancia del movimiento obrero en la Argentina. Ya desde el 43 comienza a trabajar para cubrir sus demandas. El 17 de octubre del 45 ese movimiento obrero se autoconvoca en la Plaza de Mayo para pedir la liberación del Coronel y para sellar una alianza que se mantendría a lo largo de los años. Era de esperar que con la proximidad de las elecciones, este movimiento obrero, y los dirigentes sindicales crearan su propio partido, el laborista. Y que ubicaran a Perón como su candidato presidencial. Este partido laborista fue el germen de lo que luego sería el movimiento justicialista. Fue disuelto en 1947 para integrarse al Partido Peronista (luego Partido Justicialista) y recreado luego del derrocamiento de Perón.

Su programa recogía los principios socialistas, un Estado de Bienestar, la Justicia Social y la división entre el pueblo y la oligarquía.


El apoyo de Perón se veía reflejado en las masas, el apoyo popular fue la clave del ascenso al poder.
A continuación incluimos un video de la marcha peronista, que refleja el fanatismo exacerbado.